Enfoque en el Usuario y Valor Agregado: Design Thinking se centra en comprender profundamente las necesidades y deseos de los usuarios. Al combinarlo con Agile, que se basa en la entrega incremental y rápida de productos o soluciones, puedes asegurarte de que cada iteración del proceso tenga un impacto tangible y aborde las necesidades reales de los usuarios. Esto garantiza que los resultados entregados sean verdaderamente valiosos y relevantes.
Reducción de Riesgos y Costos: La metodología Agile permite identificar y abordar problemas tempranamente en el proceso de desarrollo, lo que ayuda a reducir riesgos y costos asociados con cambios o correcciones tardías. La incorporación de Design Thinking en las etapas iniciales agrega una capa adicional de validación y comprensión del usuario, lo que disminuye la probabilidad de crear soluciones que no sean relevantes.